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Elizabeth Taylor

Elizabeth Taylor
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sábado, 30 de octubre de 2010

Capítulo 33 // Back to Home //



No entendía nada del comportamiento de aquella chica. Vi como sacaba una especie de sobre de una bolsa de mano, nunca apartaba la mirada de su rostro, se lo dio , agachó la cabeza y se fue.
Me quede mirando a Michael sorprendida, el levantó los hombros y puso cara de confundido.
- Que es?- pregunté intrigada.
- Una especie de...carta, supongo.- contestó mientras la miraba.
- Bueno voy a llamar a mis padres.- dije para cortar aquel pequeño silencio.
- Vale, voy ahí a sentarme.- dijo señalando un pequeño banco de madera.
Sonreí y me alejé un poco, saqué el móvil de mi bolsa y marqué. Mientras veía como Michael estaba leyendo aquella carta, hacía gestos confusos y de sorpresa de vez en cuando, que pondría? Hace mucho que lo veía leyendo cartas, de quién serían?...
- Diga?- dijo la voz de mi madre.
- Mamá!
- Hola! Como va todo?
- Muy bien, en poco me tendrás ahí.- dije entre risas.
- Con lo tranquilos que estábamos.- dijo de broma.
- No me queráis tanto haha, he venido por lo de Sandra y para veros claro.
- Dónde estas?
- Estoy en el aeropuerto, dentro de media hora me tendreís allí. Adiós!
Nos despedimos y colgué. Me giré hacia Michael, aún estaba leyendo aquella carta.
Me quedé mirándole, se dio cuenta y alzó la mirada, sonrió, plegó aquella carta y vino hacía mí.
- Dónde tenemos que ir? - preguntó sonriendo.
Tenía una curiosidad de miedo por preguntarle, de quién? que ponía? en aquella carta. Pero creo que eso no me implicaba saberlo.
- Pues ahora...a casa mis padres, seguramente comamos allí y por la tarde a casa de Sandra.
- Vale...- dijo tímidamente.
- Qué pasa? - pregunté riendo.
- Me da...corte.- contestó sonrojado.
- Tranquilo si no pasa nada.- dije sonriendo.
No pasa nada? Es Michael Jackson...Aveces no me daba cuenta de quién era, lo veía como alguien corriente...
Me cogió de la mano y nos fuimos a coger un taxi que teníamos esperandonos en la entrada.
- Buenos días.- dijo el taxista.
- Buenos días.- contestamos mientras entrábamos.
- Vosotros diréis.- dijo arreglando el pequeño retrovisor.
- A Valencia por favor.
El conductor sonrió y puso en marcha la ruta.
Michael iba asombrado observando por la ventanilla todo lo que veía.
- Que bonito, cuantos árboles. Que pena que en América hayan pocos paisajes así.
- Ya, es que América es muy grande.- dije entre risas.
- Sí.- sonrió.
Tras una media hora sentados en aquel taxi, llegamos a Valencia.
- Ya estamos chicos. Gracias!- se despidió el conductor.
- Adiós!- nos despedimos.
Vi como Michael estaba mirando boquiabierto todo el entorno.
- Mola eh.- dije entre risas.
- Que gracioso, es tan pequeñito.- dijo riendo.
Me quedé mirándole con cara de loca, pero tenía toda la razón. Lo que yo veía aquí en Valencia como una inmensidad para él era nada, lo típico se podría decir.
- Si...Bueno vamos andando, no está muy lejos.
- Vale.- dijo muy felizmente.
Tras un paseo hasta mi casa, llegamos.
- Esta es.
- Oh, que graciosa.- dijo sonrientemente.
Llamé a la puerta y enseguida se oyó al tormento de Estrella, el perrito.
- Hola!
Allí estaban mis padres los dos en la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
- Hola...- dijo Michael con lo poco que sabía de español.
Mis padres se quedaron mirándome riendo y nos invitaron a pasar.
- Espero que tengáis hambre porque ya he echo la comida.- dijo mi madre dirigiéndonos hacía el comedor.
- Dime que son macarrones...
- Haha, sí. Sentaros.
Nos sentamos y mis padres nos sirvieron la comida. Veía a Michael como estaba con una sonrisita muy tímida.
- Bueno y este chico?- preguntaron a la misma vez.
Como les iba a decir quien era?...Pero deberían saberlo, así que.
- Es Michael...Michael Jackson.
Entonces...






sábado, 23 de octubre de 2010

Capítulo 32 // Whatever Happens //


Aquella mujer me tenía un poco en alerta. Se giraba y miraba, cuando la veia ella disimulaba.
- Mike, conoces a aquella mujer?
- Cual?- preguntó observando.
- Aquella rubia de enfrente.- dije en voz baja.
- No...por?- pregunto confuso.
- Es que no para de mirar muy descaradamente...- me cortó.
- Alomejor se ha dado cuenta.- dijo refiriendose a él.
- No creo.- dije riendo.
- Mira aquel avión va a aterrizar.- dijo señalando por la ventana.
Me puse a mirar el avión pero no podía evitar ver aquella mujer, ahí estaba mirando otra vez.
Le di unos toques a Michael para que mirara y él en vez de mirar me sacó la lengua y siguió mirando por la ventana.
En pocas palabras me dijo pesada. Era normal creo que me obsesione con aquella chica. Así que me puse a mirar con él los aviones.
Vi en el reflejo del cristal un destello, como una foto. Me giré y ahí estaba, aquella mujer viendo a escondidas su cámara.
- Perfecto...- dije enfadada.
- Qué ocurre?- miró a aquella mujer y su cara canvió completamente.- Paparazzis...- dijo en voz baja.
- Qué?- pregunté confundida.
- Saben quien soy, alguien les ha soplado que estoy aqui.- apartó la mirada.
- Bueno no pasa nada, no estas haciendo nada malo.
- Ya...pero estoy contigo.
- Como que " pero estoy contigo"?- dije enfadada.
- No es por ti, lo acabo de dejar con Vannesa y ahora me ven con otra...
- Ya...Lo siento.
- Tranquila.
- Es culpa mía no deberías haber venido.
- He venido porque he querido.- dijo sonriendo.- Así que ahora llegaremos y veremos a tu amiga y familia eh.
- Vale.- le sonreí y me besó.
Mire de soslayo a aquella mujer, estaba mirando con ojos como platos y boquiabierta.
Le parecía raro que Michael rehiciera su vida? Es lo más normal, creo yo. No puede quedarse solo toda su vida porque Vannesa no le quiera.
- Poneros los cinturones en breve vamos a despegar.- dijo la azafata con una sonrisa de oreja a oreja.
La azafata me recordó cuando me subí al avión para ir a América, hacía poco tiempo, pero han pasado tantas cosas...
Nos pusimos los cinturones y el avión despegó.
Mientras Michael y yo hablábamos.
- Sandra es tú mejor amiga, no?
- Sí, como una hermana, que ganas tengo de verla.- dije eufórica.
- Se ve muy maja.- sonrió.
- Es muy buena chica.
- La conoces desde pequeña?
- Que va. La conocí cuando fui a trabajar a la tienda de ropa, así ganaba dinero para los estudios.
- Sigue.- dijo prestando toda su atención.
- Ella me enseñó como funcionaba todo aquello, nos ibamos juntas a casa, a cenar...Y ahí surgió nuestra amistad. Como ella vivía más cerca, su madre, la mayoría de veces nos hacía la comida.- sonreí.
- Que bien. Tiene hermanos?
- No. Ella y yo nos tratamos como hermanas, nunca nos hemos enfadado ni nada y todo nos lo hemos contado y ayudado. Somos muy parecidas.
- Entonces será guapísima.- dijo entre risas.
- Que tonto estás.- le di de broma.
Sonreí y me giré disimuladamente a aquella mujer, solo le veía las manos, tenía aquella cámara y de vez en cuando alzaba la cabeza para vernos. No entendía aquel comportamiento, pero si era verdad lo que Michael decía que era un paparazzi estaba claro que hacía.

Al cabo de media hora llegamos a Valencia. El mismo aeropuerto del que me despedí hace dos meses de mi hogar, tenía una gran mezcla de sensaciones.
- Donde vamos primero?- preguntó Michael mientras cogía la maleta.
- A casa de mis padres.- dije con una enorme sonrisa.
Bajamos las escaleras del avión. Ibamos hacía la puerta para salir a la calle pero aquella chica rubia paró a Michael...


 
miércoles, 20 de octubre de 2010

Capítulo 31 // I See You //


Me dormí. Al levantarme de buena mañana vi que Michael no estaba en la cama, estaría ya levantado seguramente. Me senté en el borde y me estiré todo lo que pude, me froté los ojos y me fui hacía el baño.
Me puse a ducharme. Estaba tan feliz de pensar que vería después de tanto tiempo a mi família y a Sandra, y con Michael, quién lo diría.
De repente oí como el mango de la puerta del baño giró suavemente...
Paré para prestar atención, no se podía abrir, había puesto el pestillo. Sería Michael seguramente.
Al poco tiempo salí de la ducha, me vestí y me arreglé. Abrí la puerta...
- Ah!- grité asustada.
Alguien estaba de espaldas cogiendo cosas. Llevaba una uniforme como los de los tripulantes del barco, pantalones negros, camisa azul con las mangas remangadas y la cabeza cubierta por un gorro negro. Al oír mi grito se giró sin inmutarse mucho.
- Siento haberte asustado.- dijo riendo.
- Michael?- pregunté confundida.
- Sí, es que he venido para avisarte que de aquí poco bajaremos.
- Ah, vale. Voy a recoger cosas.
- Vale...- sacó algo de su bolsillo.
Me puse a mirarle de soslayo mientras guardaba algunos detalles que había cogido en mi bolsa, era una especie de carta. Le temblaba bastante el pulso y tenía aspecto triste. 
- Ya lo tengo todo.- dije cerrando la bolsa.
Plegó ligeramente aquella especie de carta y se la echó al bolsillo.
- Vamos.- dijo poniéndose unas gafas de sol.
- Claro...- solté una pequeña carcajada.- Que diferente estas.
- Me van a reconocer seguro.- dijo riendo.
- De espaldas no creo eh, bueno si quieres quedate aquí tranquilo.
- No, no. Vamos.- cogió mi bolsa y se dirigió hacía la puerta.
Salímos a la cubierta, allí estaba el capítan.
- Buenos días chicos. Estamos llegando, en media hora estaremos en tierra.- sonrió y se fue.
Michael y yo nos pusimos a coger todo lo que debíamos y a prepararlo todo. Le llamé a Sandra.
- Sandra!
- Miri!- dijo eufórica.
- ¿ Qué tal ?
- Muy bien la verdad, ¿y tú?
- Muy bien también, ¿ estás ya en casa?
- Sí, en casa de mi madre. Ya era hora, los hospitales me dan mucho recelo.
- Ya. Bueno chica ya hablamos!
- De acuerdo. Adiós!
Sandra no tenía ni idea de que iba a verla, y con Michael.
Debíamos coger un avión hasta Valencia, donde estaba su casa.
Llegamos a España, cogimos las cosas y el capitán nos acompañó hasta un coche negro.
Entramos.
- Buenos días.- saludamos al conductor.
- Buenos días, al aeropuerto, no?- dijo girándose hacia nosotros.
No parecía muy viejo, aspecto jovial, cabellos castaños y ojos marrones. Iba bastante elegante.
- Sí.- dijo Michael riendo.
El conductor se quedó mirando bastante descaradamente a Michael, intentando reconocerle diría yo. Le dió al contacto con las llaves y nos dirigimos hacía el aeropuerto.
Llegamos, nos despedimos del conductor y entramos al aeropuerto. No sé que habría planeado Michael con su pasaporte, porque allí debía poner su nombre y sabrían quien era.
- Mike vas a usar tu pasaporte?
- Ya está todo arreglado tranquila.- dijo sonriendo. - Busquemos el vuelo 27.
- Vale.- sonreí.
Buscamos el vuelo 27, toda la gente que pasaba miraba a Michael confundida, no iba muy escondido pero, quien iba a pensar que sería el de verdad?
- Aquí está.- dijo parándome.
- No lo había visto.- dije riendo.- Vamos. 
Subimos al avión, estaba bastante lleno de gente y buscamos nuestros asientos.
- Te da miedo?- preguntó mientras miraba por la ventana.
- No, la verdad me gusta.- contesté entre risas.- Y a ti?
- Lo que es gustarme...Lo tengo demasiado visto.- dijo riendo.
Le sonreí, el siguió mirándo por la ventana, mientras yo me puse a observar la gente que entraba. Me quede mirándo a una mujer, el cabello por la cintura, rubio, no era muy alta seguramente porque llevaba mucho tacón, tenía una mirada muy fría que intimidaba bastante, no dejaba de observarnos. Vi que se sentó al otro lado, dos asientos más adelante para ser exactos. Se giraba muchas veces y no nos dejaba de observar...





jueves, 14 de octubre de 2010

Capítulo 30 // Illusions //



Michael sonrió y volvió a ponerse a comer. No sería capaz de hacerle daño, nunca, ni yo misma me lo perdonaría. Aunque después de lo de Vannesa es normal que esté inseguro de una nueva relación formal, por así decirlo.
Oí su móvil sonar, rebuscó en sus bolsillos y se quedó mirando unos segundos el número.
- Me disculpas un momento...- dijo levantándose.
- Claro.- sonreí.
Se fue bastante lejos, no quería que me enterase? Quién sería?
Ya empezaba a actuar mi mala curiosidad, no podía evitarlo. Fui paciente y le esperé. Al poco tiempo volvió con su característica sonrisa.
- Ya esta.
- Quien era?- dije riendo.
- Ah...- echó una risita.- Mi abogado.
- Tu...abogado?- pregunté confusa.
- Sí, ya sabes el tema Vannesa...
- No, no sé. Es por lo de la pistola?- pregunté intrigada.
- Que va, sobre lo que comentó en los programas del corazón, las acusaciones a maltratos y eso...
- Nadie la va a creer. Nunca harías eso.
- Más de los que crees la van a creer...- dijo entristecido.
- No te preocupes, te ayudaré.- le sonreí.
Me besó levemente y seguimos comiendo.
Cuando terminamos nos fuimos a la habitación. Quería descansar para mañana estar plena de energía para ver a Sandra y mi familia que tanto añoraba. Me puse a ponerme el pijama.
- Vas a acostarte ya?- preguntó confundido.
- Sí. Que mañana ya estaremos allí.- dije eufóricamente.
- Oye, no creo que te pueda acompañar a casa de tu amiga.- dijo haciendo mueca de pena.
- Por que?
Con la ilusión que le haría a Sandra verle, era una verdadera fan de él. Siempre ha soñado con verle y ahora que había oportunidad...
- Soy Michael Jackson.- dijo riendo.
- Lo sé, pero le haría mucha ilusión.- le puse ojitos.
- Si me escondiera quizás...- dijo pensativo.- Duerme, mañana será un nuevo día.- me guiñó un ojo.
- Vale.
Entré en la cama y cerré los ojos. Notaba como Michael iba por toda la habitación, se oían ruidos de cajas, perchas en el armario...





miércoles, 13 de octubre de 2010

Capítulo 29 // Segunda Parte //

Sus ojos empezaban a brillar, estaba muy nerviosa. Veía como no paraba de tocarse el anillo de la mano, pero siempre aquella mirada fija en mi esperando a que le diera la respuesta.
- Esta bien...- aparté la mirada.
- Quiero que seas sincera, aceptaré un no igual que un sí.- dijo cogiéndome de las manos.
Suspiré y me quedé mirándole. Tenía una leve sonrisa, las manos heladas pero sudaba bastante.
Le sonreí y le besé levemente, esa fue mi respuesta, entonces nos abrazamos.
- Gracias...- me susurró.
- Por que?
- Por quererme.- dijo sonriendo.
- Entonces dale gracias a millones de gente, que te aprecian y te quieren muchisímo.
- A ti especialmente.
Me besó y se levantó, me tendió la mano para ayudarme a levantarme y nos fuimos abrazados hacia fuera. Allí vimos al capitán.
- Buenos días.- dijo saludándonos.
- Buenos días.- contestamos.- Queda mucho trayecto?- preguntó Michael.
- Estamos en media agua del Atlántico, mañana pisaremos tierra cantábrica seguramente.
Michael le sonrió, me apoyé la cabeza en su pecho y el empezó a acariciarme el pelo.
Tomé la decisión de estar con él porque es una oportunidad que no a todos se nos presenta en la vida. Le quería y sí, estaba enamorada de él antes de conocerle. Oír sus discos sonar era mágico, aquella melodía, aquella voz era única, incomparable, en definitiva no había voz como la de él, ni nunca la habrá.
Llegar a pensar que algún día estaría entre sus brazos oyendo con aquella voz un " Te Quiero " era un sueño inalcanzable. Así que aquella oportunidad iba a aprovecharla como la vida misma.
- Quieres que vayamos a comer algo?
- Como quieras.- contestó sonriendo.
Entramos y fuimos al comedor, nos sirvieron y nos pusimos a comer.
- Se que me dirás pesado, o marujón...- dijo entre risas.
- Para nada.- dije riendo.- Dime.
- David, que te parece?- no me dejó contestar enseguida siguió.- No físicamente y eso, sino como persona.
- Verás, es adorable. No sabría como decirte. Muy buen chabal, pensaba que sería el típico chulín de turno, pero es majísimo y muy tratable...- suspiré.
- Miriam...- dijo entristecido.- Se que David de verdad te gusta...
- Pero Mike ya te lo he dicho.
- Lo sé, pero no me gustaría hacerte daño, ni que tú me hagas...- apartó la mirada.
- No te haré daño. Te lo prometo...
martes, 12 de octubre de 2010

Capítulo 29 // She Will Be Loved //


La puerta se abrió lentamente. Era una asistenta.
- Buenas tardes.- dijo apaciblemente.
Me levanté de la cama y le sonreí.
- Se encuentra bien?- preguntó preocupada.
- Sí, tranquila.- sonreí disimuladamente.
Cogí una chaqueta del armario y me fui a la cubierta a coger un poco de aire.
Abrí las puertas y una corriente de aire bastante fría hizo que me encogiera de brazos.
Me dirigí hasta el extremo de la cubierta y allí me apoyé contemplando como el paso del barco rompía el mar.
Allí estuve, sin dejar de pensar en Michael y viendo como mis lágrimas pasaban a formar parte de aquel gran mar.
Entonces oí unos pasos acercarse, estaba segura que era él, pero no quería girarme.
- Cogeras frío.- dijo echándome una manta y rodeandome con sus brazos.
- Gracias...
- Podemos hablar?
- Claro.
Me llevó hasta la pequeña sala donde habían unos asientos y algunos libros para entretenerte.
Nos sentamos en el sofá.
- Miriam...- suspiró.- Te quiero. Me he enamorado de ti. Se que es pronto pero no elijo enamorarme. Ahora quiero que me contestes de corazón, tienes todo el tiempo del mundo para contestarme, pero por favor se sincera.- dijo cogiendome las manos.
- Claro.
- Tu me quieres?
Me quede mirandole sus ojos brilantes a punto de llorar. Tenía muy clara mi respuesta.
- Quererte sería poco.- vi que su rostro canvió completamente.- Pero...
- Si?- preguntó preocupado.
- Eres famoso...- suspiré.
- Pero no pasa nada...- le corté.
- Sí pasa. Yo no soy nadie, podrías estar con alguna cantante...
- No eres nadie? Pues yo te veo.- dijo riendo.
- No de esa forma.
- Ya lo sé.- sonrió. -Quieres...que seamos una pareja?...
Me quedé muda, no tenía muy claro que contestar. Se me hicieron eternos aquellos segundos contemplando como su rostro entristecia al paso del tiempo. Decidí una respuesta... 



lunes, 11 de octubre de 2010

Capítulo 28 // Broken hearted //


Eché mis codos en la mesa y me cogí la cabeza. Las lágrimas me caían por todo el rostro.
Quería ir a verle, pero algo me decía que no era buena idea.
Allí estuve, sumergida en mis pensamientos, hasta que oí vibrar mi móvil en el bolsillo.
Me sequé un poco las lágrimas suspiré y lo cogí.
- Diga?
- Miriam...- dijo David con voz rota.
- Dime cielo.
- Si estás enfadada conmigo...lo entenderé. Te aprecio muchisímo y no me gustaría distanciarme de ti...
- No David, no estoy enfadada. Lo que pasa es que ya sabes, lo de mi amiga...
- Ya te entiendo...- se hizo un pequeño silencio.- Cuando llegarás?
- Pasado mañana.- dije dudosamente.- Creo que sí.
- Al puerto de...- dijo esperando mi respuesta.
- La Coruña, luego cogeremos el vuelo hacia Madrid, y Madrid a Valencia.
- Ah... Total parareis en Valencia, no?- dijo entre risas.
- Sí.- se hizo un silencio.
- Entonces...pasado mañana, verdad?
- Sí.- dije riendo.
- Bueno...pasarlo bien. Ya nos veremos.- dijo riendo.
- Vale, adiós tonto.- dije de broma.
- Haha, adiós mala.
Colgué y suspiré. Le echaba de menos, solo llevaba dos días sin verle pero lo apreciaba mucho.
Me sentía fatal, David estaba preocupado y Michael triste. No sabía que hacer...
Al final decidí irme a ver a Michael, supongo que estaría en la habitación.
- Mike...- abrí lentamente la puerta.
No estaba allí, que extraño. Lo busqué por toda la habitación, pero nada. Entonces oí su móvil sonar. Me acerqué.
- Vaya...un mensaje.
Tenía mucha curiosidad por saber que ponía, ese era mi mayor defecto, la curiosidad.
No pude resistirme y lo leí, era de Adam.

" Lo estás haciendo muy mal Mike. Esa solo te quiere por tu fama, no lo entiendes? Eres famoso , le has dado trabajo y encima te enamoras de ella. Solo es una veterinaria de pacotilla, no se lo digas...Vuelve con Vannesa."

No entendía nada. Lo leí más de cien veces, pero seguía sin entenderlo. Creo que mi curiosidad me había pasado factura, que me tenía que decir? Que lo quiero por su fama? Se ha enamorado de mí?
Ya tenía entretenimiento, darle vueltas al asunto.
Me puse a dar vueltas por la habitación pensando...
- Miriam...
Di un gran sobresalto, Michael estaba asomado a la puerta. 
- Dime.- dije con una leve sonrisa.
Suspiró y entró, se puso delante mía con la lágrima al caer y empezó a besarme. Cerré los ojos fuertemente y una lágrima se me escapó, el se dio cuenta y con su pulgar la apartaba.
- No llores.
- Te quiero.- dije abrazándole.
- Lo siento.- dijo apartando la mirada.
- Que ocurre?
- No quería que esto ocurriese...- empezó a llorar.- Lo siento.
Se fue y cerró la puerta levemente. Me quedé inmersa en sus palabras, " No quería que esto ocurriese?..." Me eché a la cama y empecé a llorar, entonces...

 
sábado, 9 de octubre de 2010

Capítulo 27 // Forever? //


Llegamos a la habitación. 
- No tienes sueño?- bostezó.
- Bastante, vamos a dormir ya?
- Vale.- dijo mientras cogía su pijama.- Voy a cambiarme.
Se fue al cuarto de baño, mientras yo cogí mi pijama y me canvié.
Dejé aquel precioso vestido encima de la cama, me puse a mirar por la ventana. Era bastante pequeña pero entraban unos rayos de luz azules que proyectaban las ondas del mar en toda la habitación.
De repente alguien empezó a rodearme lentamente con sus brazos, era Michael. En ese momento fue como desconectar totalmente, solo él y yo.
- Vamos a dormir?- dijo susurrando.
- Sí, sí.- dije mientras volvía a la realidad.- Oye, el vestido...- dije esperando su respuesta.

Michael abrió la cama, se sentó. Mientras yo me fui al otro lado a acostarme.
Él no sé que hacía, estaba sentado mirando algo pero no sabía que. Me aferré a la almohada y me tapé hasta arriba, noté sus pies rozarse con los mios.
- Que duermas bien.- dijo tapándose.
- Igualmente.

A la mañana siguiente la melodía de mi móvil me despertó.
- Diga?...- dije con voz rota.
- Cielo.- dijo David felizmente.
- Hey, David. Cómo estás?
- Muy bien. Ya habéis llegado?
- No. No sé cuando llegaremos.- dije entre risas mientras me levantaba.
- Ah...
- Ocurre algo?- pregunté preocupada.
- Te...
Entonces Michael se giró hacia mí.
- Decías algo?- dijo frotándose los ojos.
- David ya te llamaré, un beso.- colgué.- Buenos días dormilón.- dije de broma mientras le daba con el cojín.
- Eh! Eso no vale!- intentaba quitarme el cojín.
- Haha.
Se quedó mirándome con aquella sonrisa que parecían perlas y me abrazó.
- Te quiero...- me susurró abrazándome fuertemente.
- Y yo.
- Para siempre?- dijo con una sonrisa tímida.
- Para siempre.- lo abracé más fuerte.
Después de un tiempo en aquel abrazó tan mágico.
- Vamos a desayunar?
- Claro. 
Nos vestimos y fuimos al comedor. En una mesa ya teníamos servido el desayuno, nos sentamos y nos pusimos a comer.
- Cuando llegaremos a España?- pregunté.
- Mañana o pasado me imagino.- hubo un pequeño silencio.- Quien te había llamado antes? Si se puede saber, claro.
- Ah David.- dije sonriendo.
- Ah...- dijo con un gesto decepcionante.
- Ocurre algo?
- Por qué no estás con él?
- Como que con él?- pregunté confundida.
- Es joven...y te quiere...- apartó la mirada.
- Y yo a él...pero solo somos amigos...- dije dudosamente.
En ese momento estaba entre la espada y la pared, creo que una elección muy difícil. Michael o David? Los dos me encantaban, eran los dos unos ángeles...
Quería a Michael, sí. Pero a David también.
La verdad he estado más de cinco años enamorada de Michael, pero él es famoso...
- Te quiere de verdad...- dijo con los ojos brillantes.
- Mike...yo...- me cortó.
- Yo te quiero, pero él y yo estamos enfrentados por así decirlo. Pero prefiero que te vayas con él.- dijo tocandome el hombro.
- Pero Mike...
- Es muy buen chabal y trabajador.
- Ya lo sé. Pero yo te quiero.
Se lo tuve que decir, ya no aguantaba más. Él apartó su mano de mi hombro se levantó y se fue...
 
miércoles, 6 de octubre de 2010

Capítulo 26 // Sweet Dreams My Love //

Cogió mis manos y me las puso en los ojos.
- No mires eh.- dijo riendo mientras se iba.
- Vale.
- Abre.
Abrí los ojos y vi su preciosa sonrisa, baje la mirada hacía abajo y vi como sostenía en sus manos un precioso vestido de gala negro, una palabra de honor llena de pequeños diamantes muy relucientes que iban hasta la parte trasera formando un triángulo que disminuía hasta la pequeña cola. Era verdaderamente precioso.
- Que bonito.- dije tocándolo.
- Más bonito como te quedará.- dijo ofreciéndomelo.
- Pero Mike...- me cortó.
- Te espero en la sala.- dijo sonriendo mientras se iba.
Me quedé con aquel precioso vestido en mis manos, me fui hacia el cristal y me lo miré. Iba con un cuidado de miedo porque seguramente era carísimo. Me maquille, quería estar sin ningún fallo. Me puse el traje y me fui a la sala.
Allí estaba él, con sus característicos mocasines negros y calcetines brillantes. Unos pantalones negros por el tobillo y una camisa blanca un poco desabrochada y las mangas subidas.
Me acerqué y el me miró de arriba abajo sonriendo.
- Estas preciosa.- me cogió de la mano.
- Gracias.- dije sonrojada.
- Ven vamos a sentarnos.
Me sentía princesa de cuento, él era totalmente el príncipe que toda mujer ha deseado alguna vez, el hombre perfecto. Más amable, educado y guapísimo.
- Traernos la cena por favor.- le dijo Michael amablemente al camarero.
- Que vamos a cenar?
Michael empezó a decir palabras como en francés, tenía pinta de ser algo muy...pijo, creo que sería la palabra apropiada para definirlo. Mientras el decía esas palabrejas yo le miraba riéndome y asintiendo cada palabra con la cabeza.
- Haha, ya verás.- dijo con cara de pillo.
Me reí y le contemple. Unos grandes ojos negros preciosos, aquella naricilla de duende respingona, el rizo que le acariciaba el rostro ocultando a veces medio ojo.
- Aquí teneis la cena, que aproveche.- nos sirvió el camarero.
- Gracias.
Que bueno, patatas fritas! No me lo podía creer, pensé que sería alguna cosa de alta cocina. Mejor porque soy bastante delicada para comer.
- Total...Patatas.- dijo entre risas.
- Haha, sabes tratar a una dama.
- Espero que te gusten.
- Me encantan.- dije riendo.
- Haha, ya somos dos.
Estuvimos cenando y hablando. Que bien me lo estaba pasando, era tan gracioso.
- Estaban buenisimas eh.
- Sí.- hizo una pausa.- Te apetece bailar?
- Bueno no sé bailar muy bien...- me ofreció la mano.- Está bien.- dije sonriendo.
Estuvimos bailando, haciendo tonterías y riéndonos. Cada minuto, segundo con él era muy especial. Tenía una aura especial, hacía que me sintiese como aquella niña pequeña que tanto anhelaba.
Estuvimos bailando hasta que el se acercó mucho. Estábamos pegados. Nos miramos fijamente y yo me acerqué.
- Vamos fuera.- dijo sonriendo.
- Vale.- dije sonriendo disimuladamente.
Había metido la pata, pero no decidí acercarme fue involuntariamente...
Salimos a la cubierta. Era enorme, adornada con lucecitas por la barandilla.
- Que bonito...
- Sí. Oh mira la luna.- dijo señalándola.
- Vaya, que bonita.- dije asombrada.- Nunca la había visto así.
- Ven, vamos a ver el mar ya veras que bonito.
Nos acercamos a la barandilla y nos pusimos a ver como se cortaba el mar al paso del barco.
- Menuda brisa hace eh.- dije frotándome para entrar en calor.
Entonces Michael me rodeo con sus brazos y estuvimos mirando el agua. Me subió una extraña sensación por todo el cuerpo, estaba tan bien entre sus brazos que era como soñar.
- Parecemos de Titanic.- dije riendo.
- Haha, es verdad.
Me aferró fuertemente en sus brazos y empezó a cantar una canción que nunca había oído.
Era tan bonita, apoye mi cabeza contra su pecho y oía aquella voz y los latidos de su corazón, fue mágico. Entonces cogió mi barbilla con sus delicadas manos y me beso.
Aquel beso fue el más especial de todos. Me quede sin aliento unos segundos, no me lo creía.
Me volvió a aferrar en sus brazos.
- Te quiero...- me susurró.
- Yo también te quiero...- dije abrazándole más fuertemente.
Estuvimos así un buen tiempo hasta que decidimos ir a la habitación...


 


 



 
lunes, 4 de octubre de 2010

Capítulo 25 // D.O.B //


Alguién me tocó el hombro y me giré, era Michael.
- Llámala.- dijo sonriendo mientras me daba un móvil.
Le sonreí, lo cogí y marqué su número.
- Miri.- dijo Lorena.
- Qué tal está?
- Bien, aunque le tendrán que hacer algunas placas de la espalda, que le duele.
- Oh, pobrecita. Puedo hablar con ella?
- No. Me he tenido que salir solo dejan a los familiares. Pero en una semana estará de vuelta a casa dicen.- dijo alegremente.
- Menos mal...- suspiré.- Bueno eso era, si hablas con ella dile que se recupere.
- Claro, adiós.
Colgué, me giré hacia Michael sonriendo y le abracé fuertemente.
- Gracias...- le susurré.
Cuando nos separamos Michael me miró con cara de pillo.
- Haz las maletas.- dijo entre risas.
- Para?...- pregunté confusa.
- Nos vamos a ver a tu amiga, venga.
- Que? Pero...Mike...
Entonces oí aquella voz... 
- Lo sabía!- dijo Vannesa malhumoradamente.
- Que haces aquí?- preguntó Michael.
- Ver como te restriegas con esa? Me parece muy fuerte, con lo mal que lo estoy pasando...- dijo muy teatralmente.
- Si lo estubieras pasando mal no estarías aquí.- dijo Michael enfadado.
- Y si tu lo estuvieras pasando mal, no estarías con esa aprobechada!
- Vannesa!- gritó enfadado.
- Se acabó! - dijo mientras sacaba algo de su chaqueta.
Michael y yo nos quedamos en blanco totalmente, había sacado una pistola y nos estaba apuntando...
- Os odio...Os odio...- dijo apuntandonos.
No podía dejar de mirarla, aquella mirada tan fría, sus palabras y aquel tambaleo de sus manos.
De repente un guardaespaldas de Michael se tiró encima de ella y la retenió.
- Dios mío...- dijo Michael sorprendido.
No podía responder, estaba en un estado en blanco. Vannesa estaba mal de sus juicios, le podía tanto el odio...
Aquel guardaespaldas la cogió y se la llevó a comisaría.
- Venga, que nos esperan.- dijo Michael olvidando aquel numeríto.
- Lo habías planeado ya?- dije riendo.
Asintío con la cabeza mientras se reía. Me cogió de la mano y me llevó a la habitación.
- Venga rápido, voy a por mis cosas.
- Pero que me llevo?
- Venga. - dijo sonriendo.
- Ya voy, ya voy.- dije mientras echaba las cosas rápidamente a la maleta.
Cuando lo metí todo me fui a la habitación de Michael.
- Oye y la clínica?- pregunté asomada en la puerta.
- Está todo arreglado, vamos.
- Vale. dije entre risas.
Que fuerte me parecía, ya lo tenía todo listo. No tenía ni idea de donde iba. 
Subimos a una limusina.
- Donde vamos?
- A ver a tu amiga.- dijo riendo.
- Eso ya lo se. Con avión?
- No. En barco, porque un pajaríto me ha dicho que hasta dentro de una semana no la podrás ver, así que.
- Ah...Muy listo tú eh.- dije riendo.
- Haha, eso será.
- Una pregunta...- dije para cortar aquel pequeño silencio.- Porque...Bueno, has decidido hacer esto?
- Quería acompañarte.- dijo sonriendo.
- Te lo agradezco mucho de verdad. Lo has planificado todo...- me cortó.
- Gracias en todo caso a ti.- me abrazó.
Estuvimos hablando en la limusina hasta que el chófer nos dijo que habíamos llegado.
Bajamos y unos sirvientes nos cogieron el equipaje.
Michael me tapó los ojos con sus manos desde atrás.
- Nos vamos a caer.- dije riendo.
- Tranquila, venga adelante, adelante...- fue así todo el camíno hasta que llegamos.- Tachán.- dijo riendo.
- Dios...mío...
Era un crucero, esos barcos enormemente enormes...De color negro y blanco. No sé con que palabras describirlo, la verdad. Tenía muchas ventanas redondas a lo largo de todo el barco. Una sigla " D.O.B " a babor y abajo " Deep Ocean Blue "con las letras azul marino. Lo que más me gusto fue aquella cubierta adornada con luces que alumbraban el paso.
- Este no es verdad?- pregunté entre risas.
- Y para nosotros solos.- dijo subiendo las escaleras.
- Cómo?
- Así es.- dijo riendo.
Me cogió de la mano y allí en aquel balcón que recorría todo babor estaban los empleados y el capitán.
- Bienvenidos al Deep Ocean Blue.- dijo el capítan estrechándonos la mano.- Estaremos una semana en mar abierto hasta llegar a la costa cantábrica.- dijo con una sonrisa muy apacible.
Era un hombre de aspecto bastante mayor, con un bigote canoso que le cubría medio labio.
- Disfrutad de vuesta estancia.
- Gracias.- contestamos los dos.
- Ven por aquí, vamos a la habitación.
Entramos por unas puertas de cristal en las que ponía "D.O.B", seguímos por una especie de pasillo y salímos a una sala inmensa, con una lampara de cristal preciosa en el centro que se semejaba a una lágrima.
- Madre mía, que bonito...
- Sí.- dijo riendo.
Entramos por otra puerta, iba perdidisima no sé que haría por allí sin Michael, porque sería facilísimo perderse. Fuimos al fondo del pasillo y nos parámos delante de la habitación 313.
Michael abrió la puerta ligeramente y se giró hacia mi...






 

 
sábado, 2 de octubre de 2010

Capítulo 24 // A day without sun...//


Alcé la cabeza, tenía el móvil encima del escritorio. No tenía muchas ganas de ir y si hablaba con alguien me desconcentraría y eso me perjudicaria bastante, los trabajos no se hacen solos.
Así que lo deje que sonara, luego ya llamaría yo.
Seguí cogiendo información de internet, sacándo cálculos y estudiando.
Cada hora, cada segundo se me hacía eterno, aún eran las siete de la tarde y me quedaba mucho trabajo.
Mientras pasaba apuntes vi por la ventana algunos destellos de relámpagos, venía una tormenta. Allí eran verdaderamente fuertes, tenían bastante peligro.
Cerré la ventana porque ya corría fresco y no tardaría mucho en llover.
Así fue, al poco tiempo se puso a llover. Seguí con el estudio pero de un estruendo tremendo la luz se fue y apagó el ordenador.
- Perfecto...se ha ido la luz.- dije echándome a la cama de espaldas.
Me quedé mirándo el techo por no empezar a maldecir cosas. Entonces vi mi puerta abrirse con una luz cegadora.
- Miriam.- dijo Michael con una pila en la mano.
- Hola Mike. Siéntate.
- Se ha ido la luz, te he traido esta pila.- dijo dándomela.
- Vaya, muchas gracias.
- Siempre pasa igual. Cuando hay tormenta...- se fue hacía la ventana para ver.- Que bonito verdad? La naturaleza...- suspiró.
- Sí...- dije mirándole.
- Y David?
- Se ha ido con su prima a ayudarla, volverá seguramente mañana o pasado.
- Te dan miedo las tormentas?- preguntó entre risas.
- No. - dije riendo.
- Bueno si quieres algo estaré en la habitación.- dijo mientras se iba a la puerta.
- Mike, Mike!- enchufé la pila debajo de mi cara terrorificamente.- Soy tu peor pesadilla...- dije con una voz tenebrosa.
Michael soltó una carcajada mientras se cogia del marco de la puerta.
- Me aburro mucho.- dije riendo.
- Haha, se ha notado. Que estas con los deberes?
- Sí...Que ya no sé ni por donde seguir.
- Te ayudo?
- No tranquilo, enseguida lo hago.- dije sonriendo.
Michael soltó una risita y se fue a su habitación. Me quedé pensando lo maravilloso que era aquel hombre, entonces me acordé de mi beso con David. Fue un error no debería de haberlo echo. Sí, le quiero, pero a Michael más...o eso creo.
Sonó otra vez el teléfono, fui a cogerlo ahora que ya no estaba haciendo nada.
No conocía el número, pero podría ser importante.
- Diga?
- Miriam...- dijo una voz femenina con tono entristecido.
- Quién eres?
- Soy Lorena.
Vaya, Lorena. Hacía mucho tiempo que no hablaba con ella, salíamos muchas veces juntas con Sandra para dar una vuelta.
- Ah Lorena, cuanto tiempo.- dije felizmente.
- Ya...
- Ocurre algo?- pregunté preocupada.
- Verás..San...- empezó a llorar.
- Tia que pasa?
- Sandra...
- Que?...
- Ha tenido un accidente.
Las lágrimas empezaron a caerme por la cara, me quede en blanco...
- Pero está bien?
No me contestaba, sólo la oía llorar hasta que se cortó.
- Lorena? Lorena? Me oyes?- dije impacientemente.
La tormenta me había dejado sin cobertura y encima en la montaña. Empezé a llorar, estaba tan lejos de ella y pensar que no podía ir a verla se me hacía un nudo en el estómago. Sólo tenía en mente aquellos momentos tan apacibles, felizes, tristes... todos. Desde el primer día que la conocí en aquella tienda de ropa, hasta el último abrazo que nos dimos antes de mi partida hacía América.
Sólo rezaba porque estuviese bien y sólo haya sido un susto...
Cada segundo miraba el móvil, pero seguía sin cobertura. La tormenta era más fuerte y cada vez se me hacía más eterno.
Me sentía fatal, no quería estar sóla así que me sequé las lágrimas y me fui a la habitación de Michael.
Abrió y sonrió, pero no pude contenerme, me puse a llorar y él me abrazó y me acompañó hasta su cama.
- Que pasa?- dijo secándome las lágrimas.
No podía hablar, pero tampoco quería preocuparle. Cuando me relajé un poco decidí contárselo.
- Me ha llamado mi amiga Lorena...Diciendo que Sandra ha tenido un accidente...
- Oh, pero está bien?- preguntó preocupado.
- No me ha contestado, se ha cortado.
- Vaya no tengo cobertura...- dijo mirándo su móvil.- Luego le intentamos llamar.- dijo mientras me frotaba la espalda.
- Vale...
Apoyé la cabeza en su hombro mientras él me abrazaba y me daba besos a la frente. Empezó a cantar aquella canción que me hizo soñar, Smile. Estaba tan bien en sus brazos que la verdad se me alivió bastante. Era mágico tenerlo allí. Tan dulce, cariñoso...No sé como hay gente que lo juzga de malas maneras. Le sonreí, me levanté y me fui sin decirle nada. Me fui hacía abajo al porche, me encantaba ver la lluvia. Allí estuve, llorando. Parecía que el tiempo acompañaba en la circumstancia.
Entonces...



 




 

Capítulo 23 // The Call...//


Me senté al borde de la cama y me quede totalmente parada observando todo aquello. Empecé a fregarme los ojos, debía de estar soñando. Una habitación de madera, con una ventana al frente donde las cortinas volaban por el viento,
David no estaba allí, salí por la puerta. Era un segundo piso, alguien estaba abajo por el sonido.
Bajé y allí vi a una chica.
- Hola...- dije mientras miraba aquella casa.
- Hola Miriam- dijo sonriendo.
- Nos conocemos? -pregunté entre risas.
- Eres la veterinaria de Mike verdad?
- Sí.
- Lo conozco.-dijo sonriendo.
- Ah, que hago aquí?
- Ayer te encontré en el vallado, donde tengo al ganado. Soy la propietaria.
- Y David? Y los caballos?- pregunté preocupada.
- Ah, el chico que iba contigo esta en el establo, con los caballos. Ven.
La seguí y fuimos a la parte trasera, una pequeño establo con un vallado.
Allí estaba David. Fui a verle.
- Buenos días.- dijo mientras acariciaba a un caballo.
- Donde estamos?- dije susurrando.
- En casa de Demetria, es amiga de Michael.
- Oye y que le decimos a Michael ?- pregunté preocupada.
- Ya lo sabe. Demi me ha dejado que le llame.
- Menos mal...- suspiré aliviadamente.
- Demi me ha dicho que nos acompañara con su caballo hasta Neverland.
- Vamos ya?
- Vale, voy a decírselo.
David se fue a decírselo y yo mientras estaba observando el establo. Estaban Destiny, Butterflyes y a su derecha otro caballo. Una yegua color alazán.
- Equipar a los caballos y vamos.- dijo Demi.
Así hicimos, equipamos los caballos y seguimos a Demi.
Demi era una chica muy simpática, nos enseño aquel bosque, lo conocía paso a paso.
Tras un largo camino por aquel bosque llegamos a Neverland.
- Hola chicos.- dijo Michael sonriente.
- Hola, vamos a dejar los caballos.- dijimos.
Fuimos al establo y los dejamos. David se iba con Chels a ayudarla, mientras yo me fui a mi habitación.
Estuve terminando arreglandome los apuntes y buscándome información. Era todo tan complicado, pero si quería sacármelo, debía esforzarme como nunca lo había echo.
Alguién llamó a la puerta.
- Pasa.
Abrieron, era Carolina.
- Hola Miriam.
- Carol.-dije sonriendo.
- Qué tal estás?
- Ahora ya bien, me había perdido en el bosque.- dije riendo.
- Si? Y eso?
- Verás...- me paré.
Me acordé de las palabras de Vannesa como si en ese instante me las repitiera "de aquí cuatro días un pajarito me dirá si cumples el trato..." Un pajaríto, eso quiere decir que alguien le contaba todo lo que hacía. Sospeché de Carolina, aunque a ella no le cae bien Vannesa. Pero podía ser todo una farsa para sacarme cosas? No quería acusarla porque no tenía ninguna prueba, pero creo que debería guardar silencio.
- Un despiste...- dije disimulando.
- Ah, pues vaya.- dijo entre risas. - No te molesto más, estarás ocupada.

Le sonreí, salió y cerró la puerta. Me quede mirando por la ventana, Carol quería sacarme cosas para contarlas a Vannesa?... Quien sabe, no la conozco mucho pero creo que no es así, o eso espero...
Por la tarde, aún allí estudiando de repente me llamaron al móvil...






 

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