En la fotografía podía apreciar a una chica montando a caballo, era de color bayo con crines negras. Era una foto de un concurso de saltos. Oí como Christina se despedía y cerraba la puerta. Se vino a sentarse al sofá.
- Cuantas fotografías, son muy bonitas.- le dije.
- Gracias, me apasiona la fotografía. Puede decir tanto una imagen..- dijo mientras las miraba.
- Quien es la chica del caballo?- pregunté intentando reconocer a la chica, porque me sonaba bastante.
- Es Megan.- se levantó y la trajo.
- Megan?, monta a caballo? - le pregunté bastante confundida.
- Antes, le encantan los caballos y cuando tenía siete años mi padre le regaló uno. Montaba y iba a muchas competiciones, era realmente buena. Hasta que tuvo el accidente...-dijo con un tono bastante nostálgico.
Tenía curiosidad por preguntarle que le había pasado, pero creo que no era un buen momento.
- Que caballo mas bonito, a mi también me gustan mucho. Aún lo tenéis?- le dije mirando la foto.
- No ya no, si quieres el lunes cuando vaya a llevarte a la academia, luego vienes y te contaré que pasó.
- Claro, bueno voi a irme ya que ya es hora de comer.- dije mientras me levantaba.
- Vale, esta tarde seguramente no estaré. Me quedó en casa de mis padres con Megan el fin de semana hasta el lunes.- dijo mientras íbamos hasta la puerta.- Adiós!
- Adiós.
Christina cerró la puerta y yo me fui hacia casa.

Me puse a hacer la comida, me apetecía un montón comer spaguettis. Encendí la vitrocerámica y los puse en el cazo para que se hicieran. Mientras, encendí la tele, y desde la barra de la cocina me puse a verla. A esas horas están casi todas las cadenas en los informativos, fui a darle una ojeada a la comida cuando oí el teléfono sonar y fui a cogerlo.
- Diga?
- Es el veterinario?- me preguntó una voz femenina.
- Si, que ocurre?
- Tenemos un caballo en los establos que lleva cojeando desde ayer y apenas se levanta.
Por lo que dijo de " Tenemos un caballo en los establos..." deducí que no se encontraría en el pueblo y yo carecía de coche.
- Podría acercarse y mirarle? - me preguntó.
- Lo siento no dispongo de un vehículo...- la chica me interrumpió.
- Si quiere puedo ir a por usted.
- De acuerdo.
Le di la dirección para que viniese, quedé a las cinco de la tarde. Era sábado y no trabajaba, pero como llevaba sólo dos días en la clínica y aún no había tenido mi primer paciente equino me hacía ilusión, y si me llevaban mejor aún. Volví a la cocina para ponerme los spaguettis en un plato y ir a comer.
Al terminar fui a arreglar una bolsa de mano para llevarme el instrumental básico y poco más que pensaba que me haría falta. Me eché un rato en el sofá, pensando sobre el tema de Megan...tenía una gran curiosidad.
Se hicieron las 5 y llamaron a la puerta...